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Francisco del Rosario Sánchez

Hijo de Narciso Sánchez y Olaya del Rosario, recibió de su madre la enseñanza elemental y aprendió el oficio de “peinetero”. Luego estudió latín y filosofía con don Nicolás Lugo, estudios que continuaría con el padre Gaspar Hernández, sacerdote peruano emigrado a Santo Domingo y reconocido anti-haitiano. En este período conoció a Juan Pablo Duarte, quien, junto a otros jóvenes, asistía a las clases del sacerdote. En 1838 se integró en La Trinitaria y pronto empezó a distinguirse por su laboriosidad y decisión.

Político y líder independista dominicano, considerado uno de los Padres de la Patria. Miembro de «La Trinitaria», sociedad secreta separatista, en 1844 lideró un alzamiento contra Haití y el 27 de febrero de ese año proclamó la independencia de la República Dominicana. Al igual que otros trinitarios, Francisco del Rosario Sánchez fue apartado del poder y desterrado una vez alcanzada la independencia. Con la amnistía de 1848 pudo regresar al país, y a lo largo de la siguiente década desempeñó diversos cargos públicos. En 1861 entregó su vida en la lucha para evitar la anexión de la República a España.

as razones principales por las que se reconoce a Francisco del Rosario Sánchez como Padre de la Patria radican, principalmente, en sus méritos como trinitario y en haber leído la proclama que declaraba el nacimiento de la República Dominicana. El 27 de febrero de 1844, Sánchez fue el encargado de leer la declaración en el baluarte de San Genaro (hoy puerta del Conde). Presidió luego el gobierno provisional (la Junta Central Gubernativa), hasta ser desplazado por Tomás Bobadilla.

Con la llegada a la presidencia de la flamante República del terrateniente conservador Pedro Santana  (1844-1848), cuyas tropas habían logrado en marzo rechazar un ataque haitiano, los trinitarios quedaron apartados del poder, y Francisco del Rosario Sánchez, al igual que Juan Pablo Duarte y Ramon Matías Mella  , hubo de partir al exilio. Con todo, la independencia quedó consolidada, y bajo la presidencia de Manuel Jiménez (1848-1849) se decretó una amplia amnistía que permitió a Sánchez regresar al país y desempeñar importantes cargos públicos.